Elena Merelo creció aprendiendo lenguajes de programación para crear «cosas maravillosas»

Elena Merelo participó el año pasado en la primera edición del Campus Tecnológico UGR para chicas y este año ha decidido repetir como monitora. Su pasión por la tecnología se ha alimentado en casa desde que era pequeña y pasaba las mañanas de verano aprendiendo a programar bajo las indicaciones de su padre. Ha pasado por varios Campus tecnológicos infantiles y juveniles y llega para contarnos cómo terminó decidiéndose por estudiar Informática y Matemáticas.

Elena Merelo, monitora de Campus tecnológico UGR para chicasMe llamo Elena Merelo Molina. Voy a cursar segundo de Bachillerato, y me gusta leer libros, sobre todo de novela negra, aprender idiomas, etc.

La tecnología me ha gustado desde pequeña, cuando con seis o siete años mi padre me enseñaba a usar Scratch en casa, en un mini- campus improvisado para que las largas mañanas de verano se pasaran de forma más amena.

El segundo año se unió a nosotras nuestros vecinos, y lo de aprender programación se convirtió en un proyecto más ambicioso que finalizó en el I Campus Infantil de Software Libre, al que también asistí junto con mis hermanas. Posteriormente fui a todas las ediciones, y supe como programar en lenguajes como Ruby, Python, Geany, Kompozer, Html y a usar Gimp. Desde que empecé los campus vi que todo esto servía para algo y que podía llegar a crear cosas maravillosas, y me gustó la informática.

Yo de pequeña quería ser veterinaria, dado que me gustaban mucho los animales, y conforme fui creciendo pasé a querer estudiar Traductores, pero finalmente me he decidido por el doble grado de Informática- Matemáticas, debido a las opciones de trabajo que ofrece en un futuro. Ya he empezado a involucrarme en cosas relacionadas con esta carrera, yendo a reuniones que había los primeros viernes de cada mes en los que gente de un grupo de GitHub de Granada nos reuníamos y nos enseñaban algo nuevo (como el lenguaje de programación Haskell).

De ahí el apuntarme el año pasado al Campus Tecnológico para chicas, para profundizar más, y me lo pasé bastante bien. Sin embargo, este año están las actividades y clases más organizadas, no aprendí tanto el pasado campus porque ya sabía lo que enseñaban, y al ser el primer  nos pilló a todas muy de primeras. Aun así salieron proyectos muy chulos, yo hice un robot que movía la cabeza empleando una placa de Arduino, y hubo otras chicas que con AppInventor hicieron una aplicación que te ayudaba a elegir la ropa que ponerte

AppInventor fue bastante fácil, se parecía a Scratch, y después me sirvió todo para un Campus Científico de Verano que hice en la Universidad de Castilla- La Mancha, utilizando Bitblock y Arduino para construir un robot que con un sensor seguía una línea negra sobre fondo blanco, pudiendo moverse por formas muy abstractas.

Consecuentemente, este año puedo decir que sé un poquito, mas es tan grande el campo de la informática que dudo que algún día sepa todos sus secretos, aunque ayudando a las chicas en sus proyectos me entusiasma. Se les ve motivadas, y espero que el saber más cosas sobre programación les ayude a conocer de fondo la ingeniería informática y en un futuro se decidan por esta carrera, la cual precisa mayor número de mujeres. Mi experiencia es muy positiva, me llevo muchas cosas buenas de este año como monitora y del año pasado como participante, y espero que las chicas también. 🙂

Resumiendo, yo no he tenido nunca una gran duda sobre lo que quería hacer, pero estas chicas sí, y, en mi opinión, el dejarlas participar en este campus es una gran oportunidad que sin ninguna duda están aprovechando.

Puedes seguirla en Twitter: @elens_merelo